Formación NO es información
El modelo CIPP es un modelo de evaluación que fue creado por Daniel Stufflebeam, célebre autor en el campo de la evaluación.
Este modelo busca el perfeccionamiento de los programas a los que sirve, y se orienta a la toma de decisiones. La aplicación del modelo CIPP da como resultado un estilo de aprendizaje con aplicación práctica en la vida profesional del alumno.
En Fundación Hôrreum pensamos que lo que no puede aplicarse en el desempeño diario no es formación: es información. Por eso, hemos adaptado el modelo CIPP y lo aplicamos en toda formación que impartimos. A continuación se expone en líneas generales la interpretación que hacemos de este modelo.
Equipos docentes: escuelas y universidades
¿En qué consiste el modelo CIPP?
C.I.P.P. es el acrónimo de Contexto, Input, Proceso, Producto. Según este modelo, esas son las 4 fases que se atraviesan en un proceso de aprendizaje efectivo, aunque no necesariamente en este orden.
En ocasiones, dependiendo de la naturaleza del aprendizaje, puede convenir otra forma de presentar las diferentes etapas. Veamos en qué consiste cada una de ellas:
Contexto:
En esta etapa se pretende centrar el tema a tratar, el marco en el cual se va a desarrollar el aprendizaje. Así, en esta fase se trata de destacar los interrogantes, diferenciar entre lo que sabemos y lo que no.
El contexto puede ser personal, institucional o social, y se puede desarrollar aplicando muy diversas técnicas: unas preguntas para que los participantes respondan según su experiencia, el visionado de un vídeo que mueva a la reflexión personal, un estudio de caso o un debate entre los participantes en la formación, entre otras.
Input
Durante esta fase se presentan las ideas o teorías actualizadas que el alumno debe conocer y comprender, que le permitirán aplicar la teoría, resolver el problema o enriquecerse social o profesionalmente.
La información se presentará de forma sintética, fragmentada en segmentos, ya sea en texto, imagen (tablas, infografías) o vídeo.
Proceso:
En esta fase tiene lugar la transferencia de la teoría, del conocimiento o de las ideas a su puesta en práctica. Así, el proceso engloba los ejercicios, la acción.
Es el momento de crear un diseño, resolver una situación, aplicar la creatividad (ya sea de forma individual o en grupo) o buscar la forma de definir los pasos que permitan al alumno alcanzar el objetivo o resultado deseado.
En este apartado se presentarán ejercicios, trabajos y prácticas, persiguiendo que los participantes adquieran la habilidad de aplicar lo aprendido mejorando su desempeño personal y profesional.
Producto
En el producto se valoran e interpretan los logros del participante. ¿Qué resultados ha extraído de la formación? ¿Qué conocimientos útiles para su desempeño diario le ha proporcionado?
Esta valoración de los logros no se limita a la evaluación del participante por parte de quién imparte la formación. Incluye también la autoevaluación y la evaluación del grupo de participantes.
Así mismo, también se valora la eficacia del módulo, la satisfacción de todos los participantes (profesorado y alumno), siendo el momento de que todos los participantes consideren qué podría mejorarse.
Una vez que se completa la formación, el estudiante ha atravesado todas las fases. Ha partido de un planteamiento que le permitió reflexionar sobre la materia objeto del aprendizaje. Ha recibido las teorías o ideas necesarias para conocer dicha materia y se le han proporcionado recursos, directrices y fórmulas para aplicarlas, poniéndolas en práctica.
Finalmente, el alumno se autoevalúa y es evaluado, pudiendo al tiempo evaluar tanto a otros compañeros como la formación recibida, potenciándose el respeto y cumplimiento de la ética profesional. El modelo CIPP permite la consolidación de las formaciones de manera muy satisfactoria y eficaz.